Amistad como rol fundamental en el aprendizaje colectivo

Abstract

Para hacer sentido al título de esta tesis es necesario explicar los tres ejes centrales que se presentan a lo largo de ella: la amistad, el aprendizaje y lo colectivo. Es por esto por lo que se expondrán teorías desde distintas disciplinas tales como la filosofía, la psicología y la educación. De esta manera se dará sustento al enunciado principal y se responderá la pregunta ¿por qué la amistad es el lugar donde se desarrolla de mejor manera el aprendizaje, mucho más cuando es en comunidad? Se partirá delimitando quién es el amigo desde tres perspectivas filosóficas: Platón, Aristóteles y con Diana Aurenque haciendo referencia a F. Nietzsche, donde la reciprocidad será el concepto clave. Luego, sobre como aprendemos los humanos desde la psicología experimental de Lev. S. Vygotski y además en un ambiente determinado, es decir, el aula, con Matthew Lipman. Por último, se hará un recorrido por las bases de la denominada pedagogía de la ternura de Alejandro Cussiánovich para explicar la razón por la cual es necesario el afecto propio y en las relaciones interpersonales para construir y constituir una comunidad, donde es posible aprender desde la emocionalidad tanto como desde la racionalidad. Entendido esto, se concretará la propuesta de que desde la relación amistosa es posible generar el conocimiento compartido. La problemática relacionada a la interacción entre estudiantes y pares se sustenta en cómo se desenvuelven. Dentro del sistema tradicional contemporáneo existen formas para compartir que han sido normalizadas tales como la competitividad, la individualidad, la estandarización y la violencia. Todo esto es posible extrapolarlo al aula, fomentándose así el bullying físico y psicológico, por ejemplo. La propuesta de la presente tesis, gracias a las teorías de las cuales se sustenta, pretende reformar estos paradigmas a través de una modificación conceptual del cómo nos involucramos con los otros seres humanos, tanto dentro de la sala de clases como en nuestra vida cotidiana. Según esta propuesta, el afecto es la forma. La validación y el reconocimiento de nuestras emociones y conocimientos podrían generar un mejor ambiente para el desarrollo de nuestra identidad, pero ¿cuál sería el lugar donde estos conceptos lograrían florecer en plenitud? Propongo la amistad: es aquí donde, en reciprocidad, la confianza, el respeto y la humildad toman protagonismo. Cualidades fundamentales para lograr un lugar seguro y ameno para el aprendizaje en cualquiera de sus aspectos. Esta nueva forma de pedagogía que lleva algunos años en práctica llega a revolucionar nuestra idea de cómo debe ser la educación. Nace de seres cansados de luchar por ser mejor que sus compañeros por medio de invalidaciones y faltas a la dignidad. Por el contrario, busca una convivencia basada en las emociones, los sentimientos, la empatía y el amor. Cuando se entiende que la solidaridad humana es indispensable para el desarrollo de una comunidad, es posible hacerla interactuar desde lo común del día a día hacia colegios y universidades. Lo principal de esta tesis es demostrar que el objetivo de aprender entre amigos y amigas no es sobrepasar al otro puesto que no es una carrera, si no, un camino que se construye al lado de nuestros compañeros y compañeras. El conocimiento debe ser compartido, debe ser colectivo, debe integrar a todos aquellos que deseen aprender, debe fomentar nuestro crecimiento intelectual y emocional para sí mismos y el resto.