Uso de sedoanalgesia en pacientes COVID-19 con ventilación mecánica invasiva
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2022Metadata
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Jirón Aliste, Marcela
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Uso de sedoanalgesia en pacientes COVID-19 con ventilación mecánica invasiva
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Durante la pandemia por COVID-19, se percibía clínicamente que los pacientes con requerimiento de ventilación mecánica recibían altas dosis de sedación y analgesia. No obstante, a la fecha existía limitada información sobre este fenómeno. El objetivo de este estudio es determinar la variación de los requerimientos de uso de sedación y analgesia en pacientes críticos con y sin COVID-19 en ventilación mecánica invasiva (VMI) por insuficiencia respiratoria grave.
En este estudio de cohorte retrospectivo, se comparó las dosis acumuladas y dosis diarias ajustada por peso de fármacos sedantes y analgésicos utilizados (fentanilo, propofol, midazolam, dexmedetomidina), así como los eventos adversos relacionados con el uso de propofol, desenlaces clínicos (estadía hospitalaria, delirium, días de VMI y días UCI) y factores asociados al requerimiento de sedación profunda, en ambos grupos de pacientes.
La muestra de estudio consistió en 144 pacientes con COVID-19 y 74 pacientes para el grupo sin COVID-19. Las características demográficas de los pacientes fueron similares en cuanto a edad y sexo, y tenían con diferencias significativas en cuanto al peso y al porcentaje de obesidad.
Se evidenció una mayor proporción de uso de midazolam en pacientes ventilados por COVID-19.
Para lograr niveles similares de sedación, los pacientes con COVID-19 requirieron dosis acumuladas de fentanilo significativamente mayores (910,22 mcg/kg; rango intercuartílico [RIC] 496,41-1402,31), en comparación con el grupo sin COVID (230,60 mcg/kg [108,77-398,00]) (p <0,001). Los pacientes con COVID-19 también recibieron dosis acumuladas ajustada por peso significativamente mayores de midazolam que los pacientes sin COVID (164,69 mg/kg [59,60-278,89] vs 21,18 mg/kg [10,24-54,88]) (p <0,001), respectivamente.
En las dosis diarias programadas en BIC, se observó mayores requerimientos para propofol y fentanilo los días 3 y 7. Propofol requirió ser reemplazado debido a efectos adversos en mayor proporción en pacientes COVID-19 que en aquellos sin COVID-19. Los pacientes COVID-19 presentaron más días de VMI y UPC, y mayor incidencia de delirium. Finalmente, el antecedente de ERC se asoció a un menor requerimiento de sedación profunda.
El uso de sedantes y analgésicos puede ser excepcionalmente mayor en pacientes críticos con infección por COVID-19 en comparación con pacientes con otras causas de insuficiencia respiratoria. Este hallazgo puede ser importante para la planificación de recursos esta y en futuras pandemias. Por ello, se requieren más estudios para explorar los mecanismos subyacentes para los requisitos sedantes y analgésicos potencialmente más altos en esta población de pacientes During the COVID-19 pandemic, it was clinically perceived that patients requiring mechanical ventilation received high doses of sedation and analgesia. However, to date there was limited information about this phenomenon. The objective of this study is to determine the variation in the requirements for the use of sedation and analgesia in critical patients with and without COVID-19 on invasive mechanical ventilation (IMV) due to severe respiratory failure.
In this retrospective cohort study, weight-adjusted cumulative doses and daily doses of sedative and analgesic drugs used (fentanyl, propofol, midazolam, dexmedetomidine) were compared. As well as adverse events related to the use of propofol, clinical outcomes (hospital stay, delirium, days of IMV and ICU days) and factors associated with the requirement of deep sedation, in both groups of patients.
The study population consisted of 144 patients with COVID-19 and 74 patients for the non-COVID-19 group. The demographic characteristics of the patients were similar in terms of age and sex and had significant differences in terms of weight and percentage of obesity.
A higher proportion of midazolam use was evidenced in patients ventilated for COVID-19.
To achieve similar levels of sedation, patients with COVID-19 required significantly higher cumulative doses of fentanyl (910.22 mcg/kg; interquartile range [IQR] 496.41-1402.31), compared to the non-COVID group (230.60 mcg/kg [108.77- 398.00]) (p <0.001). COVID-19 also patients received significantly higher cumulative weight-adjusted doses of midazolam than non-COVID patients (164.69 mg/kg [59.60-278.89] vs 21.18 mg/kg [10.24-54.88]) (p<0.001), respectively.
In scheduled daily doses in a continuous infusion pump, higher requirements for propofol and fentanyl are required on days 3 and 7. Propofol was required to be due to adverse effects in a higher proportion in COVID-19 patients than in those without COVID-19. COVID-19 patients presented more days of IMV and ICU, and a higher incidence of delirium. Finally, a history of chronic kidney disease was associated with a lower requirement for deep sedation.
The use of sedatives and analgesics may be exceptionally higher in critically ill patients with COVID-19 infection compared to patients with other causes of respiratory failure. This finding may be important for resource planning in this and future pandemics. Therefore, further studies are required to explore the underlying mechanisms for the potentially higher sedative and analgesic requirements in this patient population
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Memoria para optar al título de Químico Farmacéutico
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URI: https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/193107
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