Abstract | dc.description.abstract | En general, la investigación tiene como objetivo visibilizar cómo, hasta el día de hoy, se ha permitido que la educación en Chile destruya la infancia en aras del bien de la República, como parte de un proceso que pretende convertir a los individuos en sujetos civilizados (adulto-ciudadano), mostrando que la identidad de los sujetos debe ser la de un ciudadano civilizado producto del paradigma colonial civilizatorio que ha sido heredado. Esto se realizará por medio de la reflexión a partir de conceptos como: la colonialidad, el imaginario dominante, el adultocentrismo, la biopolítica, la plasticidad –formativa y destructiva- y la infancia; junto al análisis crítico de algunos períodos de la historia de la República de Chile. Así, todo lo anterior se hará por medio de tres ejes:
Primero, se intenta comprender cómo la formación de sujetos (“educación”) pretende convertir a los individuos únicamente en sujetos civilizados (adulto-ciudadano), asumiendo que no se puede ser individuo sin ser ciudadano. Así, el paradigma civilizatorio solo permite convertir a los individuos en ciudadanos mediante la formación (educación), porque el imaginario dominante colonial ha determinado que, para el devenir se necesita progresar en la civilización. En este sentido, esa formación implica la construcción del ciudadano por el desarrollo de la misma en dos niveles que determinarán la identidad de los sujetos, estos son: ontoteleológico y biopolítico.
Por un lado, para referirse al nivel ontotelelógico se hará uso del concepto de plasticidad de Malabou con el fin de mostrar la determinación ontológica (del ser) y teleológica (de su finalidad) de la formación civilizatoria adultocéntrica, de ahí que, ella se entenderá como una plasticidad formativa; la cual, contribuye a la constitución del ser como sujeto a un sistema, controlando su formación y subjetividad por medio de una disciplina existencial que impide que la individualidad e identidad, constituidas y a constituir, puedan transformarse sin una destrucción negativa, dada la constante preservación del ser en sí mismo (conatus). Además, por ella es posible suponer una formación mutable y plástica sólo en forma, pero no transformadora, pues el sujeto tiene un miedo terrible a lo nuevo y al cambio, ya que, pondría en juego la sistematicidad a la que el ser mismo se ha sujetado, junto al telos con el que se ha constituido, es decir, una determinación ciudadana con una finalidad de rendimiento.
Por otro lado, respecto al nivel biopolítico, apunta al biopoder presentado por Foucault que ejerce un control sobre los individuos por medio de la formación de ciudadanos, particularmente con la educación y la escuela, puesto que es en ella donde se determina y direcciona a los sujetos a normalizarse para civilizarse. Este hace uso del disciplinamiento para normalizar, lo que opera a través de prácticas que buscan producir sujetos dóciles a las normas, por medio de la vigilancia constante, la jerarquización, la normalización, la distribución espacial y la fragmentación del tiempo.
En segundo término, se visibilizará la “trascendencia” de una educación republicana en la historia de Chile de corte más autoritario/conservador, por medio de la mantención y promoción de aquellos valores, justificando el paradigma del orden colonial civilizatorio utilizando la escuela como herramienta para la construcción de dicho proyecto, permitiendo su perfeccionamiento y actualización a lo largo del tiempo, condiciéndose con el avance del capitalismo globalizado, el garante del pensamiento colonial. Ahora, esto se evidenciará producto del análisis de distintos hitos en tres períodos de la historia de la República de Chile viéndolos desde una perspectiva no homogeneizante que los aísle, sino, que los comprenda como un proceso que construye un imaginario; estos son:
1)
Configuración de la naciente República de Chile e institución de la educación republicana con el fin de fortalecer el proceso de construcción de la misma, en el que se justificó la imposición de valores autoritarios y coloniales (1833 - 1843)
2)
Construcción del Estado Docente en que se dio una discusión político-educativa respecto a las formas en que debía hacerse la educación pública (1860-1920). En ella, aun con una constitución de una política educativa “más amplia”, se fomentaron dichos valores autoritarios-conservadores para el desarrollo de la civilización.
3)
Consolidación y reafirmación de los valores y principios republicanos autoritarios de orden y cultura colonial (1973-1981) por medio del poder ejercido a través de la violencia político-simbólica y la persecución ejercida en dictadura.
En último término, se comprenderá como este proceso civilizatorio construye al ciudadano destruyendo la infancia y su alteridad en tanto la construcción del ciudadano se da para destruir esa alteridad pues, no aportaría al desarrollo de la civilización. Lo anterior, se presenta haciendo uso del concepto de plasticidad destructiva de Malabou junto a la caracterización del ser-otro infantil en Kohan, los que, en conjunto permite abordar una posibilidad de la plasticidad para ser autodestructiva gracias a la alteridad infantil que devela una metamorfosis ontológica en espiral y transformadora más que circular y autoafirmativa, pues, su identidad aún no ha sido determinada por el paradigma ontoteleológico. No obstante, esa posibilidad se va perdiendo a medida que la formación civilizatoria va determinando la identidad y el devenir del sujeto, destruyendo esa alteridad infantil para transformarlo en un obediente ciudadano.
Finalmente, se cuestiona este proceso y se busca cambiar el paradigma civilizatorio ontoteleológico presentando la errancia de Simón Rodríguez junto a la necesidad de considerar la alteridad autodestructiva de la infancia, para hacer de la educación no solamente una formación de ciudadanos y, así, no destruir esa alteridad infantil que posibilitará una transformación ontológica y teleológica del sujeto, sino más bien, realzarla y fomentarla para una educación radical y revolucionaria, facilitando la imaginación radical de distintos mundos posibles e imposibles, sin buscar controlar el devenir ni la identidad. En el fondo, se hace una invitación a cambiar la educación de Chile que ha seguido el imaginario colonial civilizatorio, por medio de una transformación de las nociones educativas practicando una infantilización del ser y de la escuela, presentando así la alternativa de la Maestra Rebelde. | es_ES |