Abstract | dc.description.abstract | …“En la circunscripción del mundo humano, delimitado por el problema del ser
humano, no existe ninguna seguridad del futuro”2... así fue como definió Hegel una de
las cuestiones fundamentales de la existencia humana, el tiempo y todas sus aristas.
Desde el comienzo la humanidad ha buscado incansablemente resolver la
problemática del tiempo, tanto el pasado como el presente les aflige y en ésta
búsqueda del saber se han desarrollado ciencias que ayudan a conocer a fondo los
lineamientos de ambas aristas temporarias. Pero hasta ahora se ha tenido en cuenta
un solo aspecto del tiempo, la relación del presente con el pasado, pero existe otro,
más importante y hasta más característico de la estructura de la vida humana. Se trata
de la tercera dimensión del tiempo, la dimensión del futuro3.
En nuestra conciencia del tiempo el futuro constituye un elemento indispensable, esto
debido a la necesidad del hombre de bajar sus niveles de incertidumbre ante lo
desconocido. Frente a lo incontrolable el hombre desespera e intenta en una búsqueda
de aumentar el conocimiento, controlar, todo por la llamada “voluntad de poderío”, ésta
voluntad es la que deriva en la creación de herramientas de predicción, con el único
afán de manejar la arista temporal que siempre ha sido incierta, el futuro.
Pero más allá del poder que puede otorgar la predicción, pareciera que el hombre sería
mucho más feliz y más prudente si pudiera prescindir de ese espejismo del futuro, por
lo cual busca de variadas formas dar sentido a este espejismo4.
Este sentido mencionado llevado al mercado bursátil y el afán del hombre por conocer
que ocurrirá con los títulos y por ende con sus dineros es presentado en la próxima
investigación.
¿En qué dirección se moverá el mercado?, ¿Hasta cuándo lo seguirá haciendo?,
¿Cambiará de tendencia?, éstas interrogantes se presentan en el pensamiento del
hombre debido a la necesidad de disminuir el nivel de incertidumbre en el cual está
inserto. Por ello, haciendo uso de una alternativa viable y cada vez más utilizada, se
consolida otra rama del análisis bursátil, “Análisis Técnico”, siendo éste muchas
veces reprochado por algunos, principalmente, científicos más clásicos, que postulan
por la Teoría Fundamental5, que al basarse en proyecciones económicas de las
empresas se puede valorizar el precio de la acción, luego este resultado es
contrastado con el precio al cual se transa efectivamente en el mercado y así se
procede a realizar análisis de inversión.
“Análisis Técnico”, a diferencia del método fundamental, no intenta valorar las
acciones a su precio “correcto” en cada momento, sino más bien, utiliza información
histórica de los precios para predecir las tendencias futuras de las cotizaciones6.
Sin embargo, el objeto de estudio tiene referencia con la aplicación cualitativa y
cuantitativa de una de las bases teóricas del análisis técnico, desarrollada por Ralph
Elliott en 1939, las llamadas “Ondas de Elliott”, éste científico descubrió que las
cotizaciones bursátiles se “movían” siguiendo ciertos patrones “reconocibles” con la
suficiente paciencia, preparación técnica y destreza. El estudio de los movimientos a
partir de pautas repetitivas se sustenta en la teoría de la serie de números Fibonacci.
Esta serie refleja el comportamiento en muchos eventos de la naturaleza, de los cuales
la conducta psicológica no está exenta, conducta que influye en los estados de las
masas quienes son finalmente los que determinan la evolución del mercado. Con esto
el hombre cambia su rol, de predecir a ser el fin de la predicción.
El estudio en una primera instancia pretende contextualizar el escenario actual para
tomar decisiones de inversión bursátil en el mercado especulativo7, por ello se
evidencian las diferentes herramientas existentes centrándose en la base de la
investigación.
El análisis es realizado en el mercado chileno, Bolsa de Santiago, en referencia a una
selección de tres acciones de empresas pertenecientes al índice IPSA8, donde el
proceso de discriminación de estas empresas se realiza de acuerdo a dos factores9. Se
hace consideración además a los indicadores IPSA e IGPA10, con el efecto de dar una
mayor consistencia, y una visión más amplia del mercado nacional.
Por lo mencionado anteriormente se torna imperante la necesidad de realizar una
investigación de “Ondas de Elliott en Chile”, puesto que no existen investigaciones
formales que utilicen ésta herramienta en el mercado bursátil chileno. Por lo cual la
investigación presentada es un primer estudio que logra resultados concluyentes y que
sirve de ayuda tanto para analistas especializados y/o trader´s como para aficionados
en el tema. | es_ES |