Fragilidad en personas mayores chilenas y estado de salud oral

Abstract

La fragilidad es un síndrome geriátrico que refleja la disfunción multisistémica de los individuos. Se han planteado distintas vías para vincular el estado de salud oral y el desarrollo de la fragilidad. Es importante identificar los factores asociados con esta condición para prevenir su avance. El propósito de este trabajo fue determinar y describir la relación entre variables de salud oral y fragilidad, en personas mayores de la Región Metropolitana (RM). METODOLOGÍA: Se utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. Se construyó un índice de fragilidad con datos completos de hombres y mujeres mayores de 59 años de la RM. Las variables de salud oral fueron: acceso a atención odontológica, autopercepción del estado de salud oral, dentición funcional y dientes remanentes. Se realizó análisis descriptivo para las categorías frágil, prefrágil, robusto y de asociación para la categoría frágil con variables de salud oral. Se realizó análisis con factores de expansión de la muestra en STATA 16. RESULTADOS: El 9,7%, 60% y 10,3% de las personas mayores son frágiles, prefrágiles y robustas, respectivamente. Los frágiles tienen la mayor proporción de personas con salud oral autopercibida como mala o muy mala (39.3%) y la menor con dentición funcional (17,3%). Existen diferencias significativas en el acceso a la atención entre frágiles y robustos. Tener una mala o muy mala autopercepción de salud oral (OR 8.25) y tener 80 y más años (OR 8.23) se asoció con ser frágil. Un alto nivel educacional fue un factor protector para fragilidad (OR 0.03). CONCLUSIONES: La mayor proporción de personas mayores se encuentra en estado de prefragilidad, siendo la población más envejecida aquella más afectada por el síndrome de fragilidad. Las personas mayores frágiles tienden a tener peores indicadores de salud oral y acceden en menor proporción a la atención odontológica que las personas robustas. Por último, variables sociodemográficas como la edad y el nivel educacional demostraron tener influencia en la presencia de la fragilidad, así como tener una mala o muy mala autopercepción de salud oral.